De visita por las sierras de Santa Rosa de Calamuchita, con Yain, Daher, Lisandro y Maxi a bordo, surgió la necesidad de bautizar el hasta ahora anónimo medio de transporte. Sin saber con exactitud la autoria del nombre disputada entre los acompañantes (los borrachos pierden la memoria), se cuenta que mientras bebian vino, se escucho: "Che culiao cómo le ponemo' al cachibache ete?". Despues de varios km recorridos, uno dijo "y mandale Dalton como el vino". Fué asi como surgió el primer nombre. Lisandro cuenta que luego, él propuso, Dalton Rayos porque era "una noche de rayos, no sabiamos donde ibamos a caer".
Y así concluye, una nueva historia del libro de cuentos "Dalton Club"...
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